El libro esta editado por combel, que es una de mis editoriales favoritas porque casi todo lo que sale de ellos es precioso. Su autora es Marie-Odile Fordacq y su ilustradora Peggy Nille.
En las ilustraciones vemos a unos simpáticos animales (que por cierto son bebés) y hacen cosas de bebés humanos (aclaro lo de bebés humanos porque los animales no lloran si se les cae una fresa por ejemplo) Me gusta mucho porque descubren objetos o acciones cotidianas, que están siempre en sus vidas.
Esta escrito de dos maneras, con una sola palabra y una imagen para los niños más pequeños; y con imágenes que se relacionan unas con otras al cambiar la página y explican el día a día del bebé.
También esta dividido en cinco, con unas bonitas pestañas de tela.
- La primera parte es de cosas de bebés, como mamá y papá, o un biberón.
- La segunda parte es de juegos, como los amigos, jugar, bailar...
- La tercera parte es de cosas cotidianas, como dar cariño, darse un baño...
- En la cuarta parte vemos cosas de la naturaleza (en realidad de cuando vamos a la calle, pero se centra más en la naturaleza) como un pájaro, hojas...
- Y por último, en la quinta parte vemos las cosas de la hora de ir a dormir, como un pijama o la luna.
A pesar de que es muy bonito, Susana no suele coger este libro, no creo que sea porque no le gusta, si no porque le gustan otros más; de todas formas, cuando se lo das si que le hace bastante caso.
¿Conocíais este libro? ¿Conocéis otros imaginarios?
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