Ya la última vez que estuvimos visitando Madrid nos quedemos con ganas de ver el Templo de Debod. Esta vez no podíamos perdérnoslo, además como ya os dije, el motivo principal de ir a Madrid era ver la exposición de Tutankamon, así que este era el mejor momento para seguir rascando lo que tenemos cerca sobre Egipto.
Tener un templo real de Egipto en España me parece una auténtica pasada. El templo es del siglo II a.C y fue regalado a España por ayudar a salvar los templos de Nubia. Gracias a la ayuda internacional, no solo por parte de España, Egipto consiguió salvar Abu Simbel de la gran presa de Asuán. Egipto regalo otros templos a otros países. El templo esta construido en honor al dios Amón, que es el rey de los dioses.
La entrada para acceder es gratuita y nosotros pensábamos que podíamos reservarla online, pero hay que ir allí y haces una fila. Cuando fuimos nosotros nos toco esperar por lo menos media hora, pero vale la pena. Entrabamos por unidad familiar (daba igual que fueras uno o que fueras diez mientras fueras de la misma familia) aunque luego dentro del templo también había gente que aún no había salido.
No se podía ver todo el templo debido al coronavirus, había dos salas cerradas (una que tenía pinta de tener una escultura o algo así) y la otra parecía un pasillo aunque yo creo que al final derivaba en otra sala. Al lado de donde estaba el punto de información parecía haber otra sala, que esa no estaba cerrada por el coronavirus pero creo que era privada (estaría el baño, oficina o algo así)
Cuando entras al templo hay como un hall y de ahí salen cuatro puertas: la puerta que yo creo que era privada, la puerta central, una puerta donde hay unas escaleras y por último la puerta con la sala de la figura que no podíamos ver.
En la puerta principal primero tenemos un gran pasillo con un montón de grabados en la pared y deriva en dos salas creo recordar que no tienen nada especial, solo que son 23 siglos más antiguas.
En la otra puerta por la que podíamos acceder hacia las escaleras, además de las escaleras que nos llevaban a otra sala que estaba arriba, teníamos la sala que os digo que era un pasillo a la que tampoco pudimos acceder por el coronavirus. En la sala de arriba había distintas maquetas del templo y piedras con grabados.
Sin duda alguna recomiendo su visita, es cortita pero es emocionante visitar algo tan antiguo.
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