viernes, 28 de diciembre de 2018

Las Enchantimals

El gran descubrimiento de este año en cuanto a juguetes, fueron las Enchantimals. Creo que junto con las barbies y la casa de muñecas de madera, ha sido con lo que más ha jugado.




Empecemos a comprarlas por varios motivos:
  • El precio. Son bastante asequibles, incluso las que vienen con accesorios. Papa Noel le ha traído a Susana también una de las casas de las enchantimals, y ha costado 40 euros, que sinceramente, es raro de ver que una casa con muñeca incluida cueste solo ese dinero; y para su cumpleaños, le regalaron un camión de los helados que venia con dos taburetes, una mesa y dos sillas, helados, dos muñecas y dos animalitos, y costo 30 euros. Nota: la casa os la enseñare más adelante, las fotos las hice antes de que tuviera regalos nuevos.
  • Porque cada muñeca viene con al menos un animal, y a Susana le encantan los animales; y eso también hace que tengan más juego.
  • Por su tamaño. Sin ser pequeñas como para que se pierdan fácilmente o que las puedan ingerir, pero sin ser tan grandes como una barbie que no te puedes llevar a ningún lado. Normalmente cuando vamos a algún bar o a alguna comida/cena, casi siempre nos llevamos varias porque caben perfectamente en el bolso.
  • Y por último, porque nos resultan bonitas, obviamente si no nos gustaran, no las compraríamos. 

Las muñecas llevan un bodie pintado con una falda que se puede poner y quitar, y unos zapatos de goma. Algunas llevan algún accesorio en la cabeza o en los hombros.


Creo que la primera que compramos fue en marzo más o menos, y si que hemos notado mejorías. Por ejemplo, la primera que tenemos que es la koala, a penas puede mover los brazos hacia delante o hacia atrás, pero es que a los lados ni siquiera puede; y el animalito, no tiene un enganche para cogerlo como si lo tienen los demás que hemos comprado. Lo de los brazos de la muñeca, también esta corregido en el resto de muñecas. Y un fallo que les veo, es que las que tienen cola grande (la mona por ejemplo) a veces no se pueden sentar bien (espero que esto si que lo corrijan)


Las muñecas que vienen con un coche o con un animal grande en el que se pueden subir encima, tienen articulación en la rodilla.


Algo que no me gusta mucho de estas muñecas es el pelo, no es tan bueno como por ejemplo el de las barbies (aunque no es malo) y se despeinan fácilmente, por eso les he hecho una coleta a cada una. Eso si, tienen bastante cantidad, de hecho, creo que es de las muñecas que más cantidad de pelo tienen. También creo que a algunas no le sientan bien los peinados que les ponen, por ejemplo la koala llevaba dos coletas que no me gustaba mucho como le quedaban.

Todos los animalitos (menos los grandes y los flamencos), vienen con un agujerito en la parte de abajo, que es para sujetarlos en algunas zonas de la casa o otros accesorios. Las muñecas también tienen el mismo agujerito en los zapatos para quedarse de pie en las zonas de la casa.

Por último, estamos intentando tener todos los animalitos, aunque ya empiezan a repetir algunos con diferentes playsets (que esos si que los compremos seguramente), pero si solamente cambian la ropa no los compraremos. Aún así, tenemos una muy buena colección ya.

sábado, 22 de diciembre de 2018

Templo budista en Huesca

Hace muy poquito (exactamente para el puente de la Constitución) estuvimos en un templo budista sin salir de nuestra comunidad autónoma. Para nada me imaginaria que en Huesca tendríamos uno, hasta que hace un tiempo me lo comento mi madre. Yo me quede asombrada y desde que me lo contó quería verlo, y tanto me gustaba la idea que creo que se lo dije a todo el mundo que conozco. Total, que queríamos hacer una excursión con unos amigos y no sabíamos a donde ir, y una amiga a la que se lo conté me dijo, "¿Oye Alanis, porque nos vamos al templo budista?" y nos fuimos. 


Salimos bien temprano bien tarde y lleguemos al pueblecito donde esta el templo budista, Panillo. Y si, digo pueblecito porque tiene cinco calles que son como una única porque ni siquiera tenían nombre. Allí nos tomemos un refresco en un bar que por cierto, tiene unas vistas increíbles. En nuestro caso, habíamos venido todo el camino con niebla y al llegar arriba, no había nada de niebla y desde las vistas solamente veíamos una gran nube que era muy espectacular. Después comimos (habíamos llevado nuestra propia comida y nos la comimos en unos bancos) y cogimos el coche para ir al templo. El templo esta a unos pocos kilómetros del pueblo. 

Llegamos al parking del templo, llamado por cierto Templo Dag Shang Kagyu, y salimos a ver todo. Lo visitemos sobre las cuatro de la tarde, aunque fue una pena no poder visitar el templo más grande ya que estaba cerrado porque a esa hora entraron a rezar y no salían hasta las seis de la tarde (y obviamente no te dejaban entrar) Algo que nos resulto curioso, fue que todos se descalzaban para entrar y que bebían algo, se frotaban las manos, y luego lo escupían. Como no podíamos ver ese templo, empecemos a ver el resto. 

Para empezar, en la entrada hay un gran arco con pinturas dibujadas en el suelo de todo el camino, y a los lados, una estructura con dibujos y decoraciones, muy colorida y creemos que con mantras. También tenían unos trozos de tela como banderitas colgados.







Al llegar al fin del camino, nos encontramos con el templo grande que no pudimos ver, y una caseta pequeña en la que hay un molino, el molino de la plegaria. Allí ponia que tenias que agarrarlo y dar vueltas con el (cuando dabas una vuelta entera sonaba una campana), y te hacia la misma función que recitar los mantras.

Al lado, había unas escaleras con dos figuras a cada lado (una de ellas un hombre, y la otra una mujer) y al llegar arriba, otro templo. De dentro no tengo fotos, pues no se podían hacer, pero había una estatua que creo que era un Budha, y velas, cojines... Por fuera, había unos farolillos en la pared, que si los hacías girar te limpiaban el karma. 







Alrededor de todo, seguía habiendo estructuras blancas y coloridas.



Seguimos andando, y vemos otro templo, en este solo hay un Budha y velas, y mucha iluminación natural (el otro era más oscuro)

Vamos por un sendero y llegamos a la carretera, la cruzamos y en una piedra vemos una gran figura tumbada, una cara azul y piedras pintadas con mantras. 




Volvemos al principio y visitamos la tienda, con libros, inciensos, ropa, atrapasueños, cuencos tibetanos... Y después de eso, ya nos volvimos a los coches y a casa.

El templo es gratuito, aunque creo que se puede pagar un poco para que la visita sea guiada (nosotros nos enteremos después de estar allí, pero si no creo que lo hubiéramos pagado por que nos explicaran todo bien) Nosotros los vimos todo alrededor de cuarenta minutos más o menos, y fuimos tranquilos. Cerca hay un albergue y un centro de retiro espiritual, se veía desde el templo y también estaba decorado con los mismos motivos y colores que el templo, aunque no fuimos a verlo. 

Quizás para ir con niños muy movidos como es nuestro caso, no sea lo más indicado, ya que todo el mundo esta en silencio y se respira mucha calma, tranquilidad y armonía. A Susana creo que le saturo un poco el tener que estar tranquila, pero seguro que si lo hubiéramos visto cuando hubiese sido más mayor, lo habría disfrutado más. 

Como sensación, mi pareja y yo nos esperábamos un poco más, aunque de todas formas nos gusto mucho.